Signos... el cuerpo de la noche

Obra Realizada en el Centro de Producción de Danza Contemporánea (CEPRODAC) dentro de la temporada Diálogos Bipolares

El arte, hoy por hoy, se ocupa de lo subjetivo y de lo individual: la danza escénica pide ser una manifestación de la voz única e irrepetible de cada individuo. A través del signo del cuerpo que baila, esperamos poder apreciar la forma personalísima en que cada uno estructura sus energías, como se apropia de los códigos generales de discurso y los individualiza, transformándolos, sintetizándolos, mezclándolos, todo en un marco de total absorción en el momento presente; la espontaneidad creativa y el sentido lúdico se postulan como valores en la escena contemporánea. Lo que nos apasiona es ser testigos y partícipes de ese momento único donde el artista del cuerpo pone en juego su creatividad y su imaginación para estar totalmente absorto en la vida del instante, en el juego de su oficio. Signos... el cuerpo de la noche parte de este cuerpo espontáneo e inteligente, este cuerpo encendido en el juego, para proponer una complicidad al espectador: construyamos juntos los nuevos conceptos y significados.


ensayo:


CEPRODAC
Temporda: Dialogos Bipolares

Signos... el cuerpo de la noche
Teatro de la Danza /  Centro Cultural de Bosque (Reforma y Campo Marte s/n)
11,12,13 y 14 de Octubre, 2012
Jueves y viernes 8pm
Sábado 7pm
Domingo 6pm

CEPRODAC, Centro de Producción de Danza Contemporánea
Dirección Artística: Raúl Parrao

Coreografía y collage sonoro: Oscar Ruvalcaba Pérez, SNCA 2007-2010
Intérpretes: Dalel Bacre, Arturo Lugo, Yonatan Espinoza, Ulises González, Kenya Murillo, Stéphanie Janaina, Edith Pérez, Paula Rechtman, Ricardo Rodríguez y Raúl Tamez. Suplentes: karla Rosales y Arturo Serrano

Asistente de dirección: Jorge Ronzón
Diseño de iluminación: Xóchitl González, SNCA
Diseño de vestuario: Eloise Kazan
Asistente de realización de collage sonoro: Jesús Salinas
Fotografía de Oscar Ruvalcaba Pérez: Christa Cowrie

Agradecimientos

A los Artistas Escénicos por su entrega y devoción, al CEPRODAC y a mis compañeros de viaje.

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